Vivirá en oración con sus estudios, su escritura y su música.
Benedicto XVI renuncia a su pontificado a partir del 28 de febrero, en una decisión que aparentemente tomó hace un año, luego del viaje a Cuba y México. Guiado por el Espíritu Santo se retira al Convento de Clausura “Mater Eclesiae” en el Vaticano, donde monjas de clausura oran, mantienen una huerta y fabrican mermeladas y licores. Su mudanza sucederá luego de elegido el próximo Papa, mientras tanto estará en Castel Gandolfo.