Beatificación de Mons. Romero y la paz entre las pandillas trataron Francisco y Mauricio Funes

El Papa Francisco se entrevistó hoy con el presidente salvadoreño Mauricio Funes con quien habló de la beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, y del proceso de paz entre las pandillas “maras”, que cuenta con la intermediación del capellán militar Monseñor Fabio Colindres.

Funes, según informó ayer la presidencia de la República, viajó al Vaticano para interceder ante Francisco por la pronta beatificación de Romero y para exponerle sobre la “tregua” entre pandillas salvadoreñas.

Francisco y Funes hablaron a solas durante 12 minutos en la biblioteca privada del Pontífice, en un ambiente de “cordialidad”, según señaló el Vaticano en un comunicado.

“Se han subrayado las buenas relaciones existentes ente la Santa Sede y El Salvador y, en particular, se ha hablado de la figura del Siervo de Dios Oscar Arnulfo Romero y sobre la importancia de su testimonio para toda la nación”, precisó el Vaticano.

También “se apreció” la contribución que la Iglesia Católica ofrece “para la reconciliación y para la consolidación de la paz y en los sectores de la caridad, la educación, la erradicación de la pobreza y la criminalidad organizada”.

Al respecto, es interesante notar que la Iglesia en El Salvador se ha ocupado con empeño en el fenómeno de las “maras”, las bandas juveniles que combaten por las calles. Justamente a través de la intermediación del capellán militar Mons. Fabio Colindres el año pasado entró en vigor una tregua entre las dos bandas principales; gracias a esta tregua se ha reducido sustancialmente el número de homicidios en el país.

El papa y Funes hablaron también de la defensa de la vida, del matrimonio y de la familia.

Funes regaló al papa un relicario dorado, en forma de cruz, que contiene un trozo de la sotana que llevaba Romero cuando fue asesinado por un francotirador mientras oficiaba misa

El relicario, precisó el presidente, es obra de las Hermanas de ese hospital.

Los brazos están realizados con la unión de numerosas figuras de personas, que simbolizan la unión del arzobispo con el pueblo salvadoreño.

Funes señaló al Papa que Romero siempre estaba rodeado del pueblo y especialmente de los niños.

También contó que numerosos artistas salvadoreños han recogido la vida del arzobispo en numerosos murales, alguno de ellos colocados en el aeropuerto de San Salvador.
Romero, que se caracterizó por defender a los más pobres y desprotegidos, fue asesinado de un disparo en el pecho mientras oficiaba misa en la capilla del hospital para enfermos de cáncer de San Salvador el 24 de marzo de 1980, cuando estaba a punto de estallar la guerra civil que se prolongó hasta 1992.

En 1994 se abrió el proceso de beatificación del prelado, a quien muchos latinoamericanos llaman “San Romero de América”, pese a que aún no ha sido beatificado. Tras concluirse la parte diocesana salvadoreña, en 1996 el proceso pasó al Vaticano.

En los últimos años se encontraba en una etapa de estancamiento en la Congregación para la Causa de los Santos.

El pasado 22 de abril el papa lo desbloqueó, según informó el presidente del Consejo Pontificio para la Familia, el arzobispo Vincenzo Paglia.

Por su parte el Papa le obsequió a Funes con tres medallas del pontificado.

Tras la audiencia, Funes se reunió con el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone.


Fuentes: Vatican Insider, Periodista Digital, Signos de estos Tiempos